Hay muchos lugares en los cuales no puede oírse la voz del predicador, lugares que pueden ser alcanzados únicamente por nuestras publicaciones, los libros, periódicos, y folletos que contienen las verdades bíblicas que el pueblo necesita» (CE 14).
La misión del Departamento del Ministerio de Publicaciones es el evangelismo y proveer alimento espiritual para los miembros de iglesia. Elena G. de White alentó a los miembros de iglesia a «vender o regalar nuestras publicaciones» (Ms 126, 1902).
Como parte de los planes evangelísticos de la nuestra Iglesia, tenemos la revista El Centinela. Este proyecto consiste en que los miembros de iglesia adquieran suscripciones anuales de El Centinela, para compartir estas revistas con nuestros amigos y relacionados. Si quiere participar en el plan de Dios de llevar el mensaje de salvación a través de la página escrita, comuníquese con el responsable del Ministerio de Publicaciones o con la Directiva del Departamento de Ministerio Personal.
Por otro lado, invitamos a todos aquellos amigos y hermanos que quisieran experimentar un reavivamiento y reforma en sus vidas a participar en el programa Madrugadas con Jesús. Este programa tiene como objetivo conocer a Jesús en las primeras horas de la mañana, a través de la lectura de libros inspirados, oración y meditación. Actualmente estamos leyendo el libro Consejos sobre Mayordomía Cristiana, de Elena de White. ¿Existe una diferencia entre buscar a Jesús en la mañana o buscarlo en la noche? Claro que sí, puesto que: 1º cuando buscamos al Señor de mañana, ponemos nuestros planes en las manos de Dios para que nos haga la agenda del día. 2º al dedicarle las primeras horas del día a Jesús, le damos lo mejor de nuestro ser, puesto que generalmente en la mañana, nuestro cerebro está en mejores condiciones para comunicarse con Dios; 3º al finalizar una jornada laboral, nuestro cuerpo está cansado o estresado, lo cual disminuye una relación vital de calidad con Dios.
Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Usame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti.” Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a El, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más semejante a la de Cristo. – (CC 70.)